Desde que el hombre logró familiarizarse con su entorno y usarlo a su favor, la relación con los animales se volvió muy estrecha. Y es que mucho se habla sobre la domesticación de las plantas con la agricultura, pero también existió un proceso de domesticación de animales.
Es por eso que aquí regresaremos el tiempo para entender cómo fue el proceso de pasar de tener caballos salvajes a estos crear una conexión estrecha con las personas. Así que, es momento de viajar por cada una de las etapas de la historia de la equitación.
Orígenes: Domesticación
Tabla de contenidos
El recorrido por la historia de la equitación comienza con la domesticación de los primeros caballos. Y es que, en la etapa de los primeros pueblos, cuando estos pasaron de ser nómadas a sedentarios, la mayoría de animales vivían de forma salvaje en el entorno natural y rara vez convivían con las personas.
Según investigadores, esto cambiaría hace unos 5 mil años atrás en la región de las estepas euroasiáticas pues allí se darían las primeras domesticaciones (hacer que un caballo salvaje se vuelva dócil para su uso por parte de las personas). Esto posterior a la domesticación de otros animales como cabras, perros, cerdos y vacas.
Primeras civilizaciones: Edad antigua
Comprendida desde la invención de la escritura hasta la caída del Imperio Romano, la edad antigua se vio marcada por el surgimiento de las civilizaciones ya en forma. Durante este periodo surgieron los primeros jinetes quienes desarrollaron las primeras técnicas de monta y doma.
Para montar a los caballos se utilizaban sillas muy básicas fabricadas con pieles, cuerdas y madera. El uso de los caballos principalmente fue para la cultura, el transporte y la guerra. Según expertos en historia de la equitación, fueron las civilizaciones de Egipto, Mesopotamia y China las que más utilizaron caballos.
Edad Media: El caballo más allá de los campos
La Edad Media llega tras la caída de Roma y finaliza con el Renacimiento. Durante esta etapa, la historia de la equitación fue más allá del uso del caballo solo en tareas del campo o la guerra. Aquí surgieron los caballeros, valientes y habilidosos hombres capaces de mostrar destrezas en la equitación más allá de los combates.
Durante esta época el caballo se volvería un gran símbolo de estatus y habilidad con torneos de equitación y combate simulado. Además, de que el equino se volvió el principal medio de transporte.
Renacimiento: La época dorada de la equitación
Si te preguntas cuál es la época de oro de la historia de la equitación, el periodo comprendido del siglo XIV al siglo XVI conocido como Renacimiento es la respuesta. Esto debido a que, de acuerdo con historiadores, durante el Renacimiento, la equitación sufrió una revolución.
A partir de la nueva relevancia que cobraría la estética y el arte, surgirían escuelas especializadas en la equitación como un deporte, una muestra de arte y de destreza. Durante esta época surgirían instituciones como la Escuela Española de Equitación encargadas de mostrar la elegancia de la doma clásica como deporte.
De igual forma, durante el Renacimiento, razas de equinos como el Pura Sangre español se volverían un distintivo de estatus. Todo gracias a la popularidad que estos caballos adquirieron entre los nobles y adinerados de Europa.
Siglo XVII – Siglo XX: La llegada de la modernidad
La revolución industrial, marcada por la sustitución de la fuerza animal por la fuerza de las máquinas de vapor, dio por finalizado el renacimiento e inauguró la era moderna. Durante esta etapa de la historia de la equitación, el caballo perdió protagonismo en trabajos como la agricultura y el transporte.
Al liberarse de la carga de trabajo, los deportes como las carreras o la doma se volvieron más frecuentes como uso de muchos equinos. De igual forma, los hipódromos cobraron gran popularidad al volverse más accesibles. Aquí la equitación pasaría de ser solo un arte exclusivo a volverse un deporte popular.
En esta etapa también surgirían federaciones y organizaciones encargadas de promover la equitación, impulsar este deporte y supervisar las distintas razas de caballo. Un ejemplo perfecto es la Federación Ecuestre Internacional que surgió en 1921.
Durante los Juegos Olímpicos de Paris 1900 la equitación también brilló. Y es que estos juegos olímpicos fueron un hito para la historia de la equitación. Aquí, por primera vez se sumó el deporte con caballos como un juego olímpico internacional. Esto ayudó a que la popularidad de la equitación, la doma y demás disciplinas ecuestres creciera considerablemente.
Siglo XX: Europa en conflicto
Si bien el caballo perdería algo de relevancia en el trabajo por la revolución industrial, su uso en combate fue muy importante durante la Primera Guerra Mundial. Según historiadores, en la primera gran guerra se movilizaron más de 8 millones de caballos entre ambos bandos.
Aunque para la Segunda Guerra Mundial, el uso de vehículos y caballería mecanizada fue mucho mayor, los caballos también tuvieron un papel importante. Entre las fuerzas del eje y los aliados, se estima que se movilizaron hasta 3.5 millones de equinos en combate.
Siglo XXI: La post guerra y la época actual
Tras finalizar la guerra, los caballos volvieron a recuperar su estatus como animales para actividades deportivas, uso recreativo, etc. Esto gracias a los avances en el desarrollo de vehículos, la tecnología y el enfoque hacia una vida de consumo, producción e industrialización conocida como modernidad.
En la actualidad, la historia de la equitación ha madurado hacia un uso mucho más deportivo y artístico de los equinos en disciplinas que ecuestres que como una herramienta de trabajo. Si bien estos animales aún son usados para tareas del campo, transporte y carga, su uso es mucho menor que en la edad antigua o la edad media.
Hoy en día, según datos de la Federación Ecuestre Internacional, más de 60 millones de personas practican la equitación o disciplinas ecuestres. Además, de que caballos de pura sangre se han vuelto un animal de lujo y estatus, muy valorado entre expertos y amantes de los equinos.