Cómo Cuidar los Cascos del Caballo

Cómo Cuidar los Cascos del Caballo

Los cascos son una parte fundamental en la salud de los caballos. Esto debido a que los cascos se encargan de soportar su peso, mejorar su tracción en el terreno e incluso, absorber impactos y proteger sus patas.

Cuidar los cascos de tu caballo es algo que debes priorizar si no quieres que este sufra de padecimientos, lesiones y enfermedades. Para que mejores su cuidado, aquí te contaremos cómo cuidar los casos del caballo en 9 pasos.

Paso 1: Inspección diaria

El primer paso para cuidar los cascos del caballo es realizar una inspección visual y táctil de los mismos todos los días. Esto puedes hacerlo, por ejemplo, todas las mañanas antes de salir al campo.

Durante esta inspección debes de buscar signos de daño como grietas o astillas. También debes de verificar que no haya objetos extraños incrustados en la suela o la ranilla. En caso de encontrar algo incrustado ¡Retíralo rápidamente!

Paso 2: Limpieza regular

Por supuesto que el siguiente paso es el limpiar los cascos de forma frecuente. Esto con el objetivo de eliminar el barro, piedras o residuos adheridos a los mismos. Esto lo puedes hacer, por ejemplo, después de salir a trotar o trabajar, o lo puedes hacer cada cierto tiempo.

Recuerda que la limpieza ayuda a prevenir la acumulación de bacterias y hongos que pueden causar enfermedades como la podredumbre de la ranilla. Además, la limpieza también previene la aparición de malos olores y mejora la calidad de vida del equino.

Paso 3: Mantenimiento de la humedad

Los cascos deben mantener un equilibrio de humedad adecuado para evitar que se sequen y agrieten.  O por el contrario, que el exceso de humedad provoque que los cascos se ablanden o aparezcan hongos.

Para controlar la humedad puedes hacer uso de productos hidratantes específicos para cascos. Estos productos evitarán el exceso de humedad que puede ablandarlos demasiado, así como también prevendrán que se resequen en demasía.

Paso 4: Recorte regular

El recorte de los cascos debe realizarse cada 6-8 semanas por un herrador profesional para mantener la forma y el ángulo correctos. Esto debido a que el uso y el andar, así como las condiciones climáticas, provocan deformaciones en los mismos.

Al recortar los casos facilitarás que las extremidades del caballo se mantengan alineadas. También ayudará a mejorar la locomoción del caballo, es decir, su andar, así como mejorarás su tracción en el terreno. También evitarás que la deformación de los cascos lastime al caballo o provoque heridas.

Paso 5: Revisión de la herradura

Si tu caballo lleva herraduras, asegúrate de que estén bien ajustadas y en buen estado. Las herraduras mal ajustadas pueden causar incomodidad y problemas de andar. Incluso estas mismas pueden causar lesiones o heridas.

Recuerda que las herraduras se fabrican de metal y este, debido al uso y las condiciones como humedad o temperatura, puede deformarse, corroerse, debilitarse y romperse. Ese mismo daño puede afectar los casos de los caballos causando daños o inestabilidad.

Paso 6: Nutrición adecuada

Una dieta equilibrada es crucial para la salud de los cascos. Es importante que tu caballo reciba todos los nutrientes que necesita. Entre estos nutrientes tenemos a la biotina, zinc y ácidos grasos como el omega 3. Además, de tener una correcta hidratación.

Recuerda que los cascos son como las uñas de los caballos y por tanto, surgen a partir de su cuerpo. Es por eso que los nutrientes son tan importantes pues un caballo bien nutrido tendrá cascos fuertes y resistentes.

Paso 7: Ejercicio regular

El ejercicio regular ayuda a promover la circulación sanguínea en los cascos, lo que es esencial para su crecimiento y reparación. Además, de que el ejercicio ayuda a mejorar la distribución de nutrientes y permite controlar el peso del caballo.

Los expertos recomiendan llevar a tu caballo a ejercitarse de forma constante. Es importante que esto lo hagas en distintos terrenos, ya que esto ayudará a que el casco se adapte a diferentes superficies.

Paso 8: Uso de protectores

Aunque el casco del caballo brinda protección de forma natural, existen situaciones en la que los mismos no son suficientes. Esto debido a que el terreno puede ser muy agresivo y lesivo o, por ejemplo, el caballo se está trasladando en un remolque.

Para proteger los cascos del caballo existen botas o protectores los cuales evitan que los mismos se lastimen. Aunque eso no debe ser siempre, solo cuando el terreno pueda ser muy agresivo y poco natural como en suelos metálicos.

Paso 9: Vigilancia de enfermedades

Es importante estar atento a los signos de enfermedades en los cascos como la cojera o cambios en la textura, resistencia o el color de los mismos. Por ejemplo, cuando un caballo está desnutrido, los cascos pueden volverse delgados y quebradizos.

Si notas que existe algún tipo de problema, es importante que hables con tu veterinario para que lo revise. Esto debido a que una enfermedad puede progresar y causar daño más allá del caballo, así como afectar su movilidad y causarle mucho dolor.

3 consejos para mejorar el cuidado de los cascos de tus caballos

Por último, es importante que tomes en cuenta estos consejos para mejorar el cuidado de los cascos del caballo:

  1. Raspar diario los casco: Al raspar diario los cascos te aseguras de eliminar piedra, barro y residuos que pueden causar presión en la planta del caballo. Dicha presión puede provocar dolor e inflamación, así como lesiones a largo plazo.
  2. Control periódico: Es importante revisar constantemente los cascos y no solo una vez cada que te acuerdas. Lo mismo sucede con las herraduras las cuales, por ejemplo, se recomienda revisar cada 6 semanas.
  3. Salud integral: Por último, es importante que cuides la salud integral de tu caballo, es decir, cuides su nutrición, su hidratación, el ejercicio y las condiciones de su hábitat, es decir, las caballerizas.

Ahora que has leído esta breve guía, ya no hay pretextos para no darle la importancia que merece el cuidado de los cascos del caballo.