Herraduras de caballos – Seguros Equitación
Los caballos sometidos a un intenso trabajo o en caballos deportivos se produce un gran uso o roce del casco, por ello es necesario proteger su deterioro utilizando un herraje normal.
El casco crece como la uña del humano, por eso es necesario hacer un recorte periódico de esta estructura, no necesariamente aplicando el uso del metal ya que esto dependerá de los diferentes usos que se le de al caballo.
Un caballo se debe herrar cuando el uso al que esté sometido implica un desgaste mayor de esa estructura (casco) del que el caballo es capaz de producir.
Es decir si el suelo en el que el caballo está desplazándose consume el casco a una mayor velocidad de lo que el caballos es capaz de generar el tejido , debemos considerar la necesidad de herrar el caballo.
El casco del caballo es muy importante para el caballo deportivo porque tiene como función proteger el casco de golpe y desgastes que se generan en el suelo.
Evita que se produzcan lesiones en el pie del caballo ya que este es muy complejo, tiene articulaciones , ligamentos y huesos que se podrían lesionan si no tienen un herrado.
Las herraduras de caballos son trozos de metal que tiene forma de semicírculo y que se ajustan a los cascos de los caballos para así poder protegerlos.
A continuación te enseñamos como realizar el herrado de un caballo
Tabla de contenidos
Lo primero que tenemos que hacer es atar al caballo con una cadeneta. Esto se hace para que en algún momento determinado si algún caballo se cae o pase algo tiremos de la cuerda y el caballo se suelte con facilidad.
Las herramientas deben estar bien organizadas para usarlas con facilidad.
Herramientas para las herraduras de caballos : descalzador, gubia de embutir, martillo de clavar, tenazas de descalzar, escofina, remachadora de clavos, legra.
Primero cortamos los remaches y se quita la herradura vieja. Y ahora con la legra; con esta cuchilla se corta la parte interna del casco. Se le hace la bóveda a la palma del casco y luego cortamos el casco sobrante.
Luego cogemos la tenaza y cortamos la ranilla. Se podría decir que es el segundo corazón del caballo; porque la ranilla cuando el caballo la palma de la mano en el suelo es la que hace que bombee la sangre a todo el casco.
Un casco sin ranillar nunca será un buen casco porque al no tener suficiente bombeo y riego el casco se llegaría a deteriorar.
Cortamos todo lo sobrante, teniendo en cuenta que el casco es una uña y tenemos que cortar con cuidado, si la cortamos demasiado al caballo le producirá dolor.
Cogemos otra vez el legra y quitamos otra vez lo que nos va sobrando . Es muy importante que durante este proceso ni se corten ni se pinche un caballo.
A medida que se va cortando tenemos que ir apretando el casco y si vemos que empieza a blandear tenemos que dejar de cortar.
Hay que comprobar el aplomo del caballo. Tenemos que ver que esté pisando bien en un sitio llano para ver si verdaderamente pisa plano y tiene un buen herraje.
Y si el aplomo no es correcto podremos corregirlo.
El siguiente paso sería el escofinar el casco. Usando la escofina limamos el casco. Luego cogeremos la herradura . La herradura lleva un tipo de numeración , está debe de ser del numero que use el caballo.
Lo primero que haremos antes de forjar la herradura será hacerle una señal en la punteada del casco para la pestaña de la herradura. La pestaña se la podemos hacer en triangulo o con la anchura de la tenaza.
Comprobamos la herradura nueva y la forjamos a la medida exacta del casco del caballo.
Taladramos la herradura para poner las vidias. Luego insertaremos las vidias. Estan se tienen que poner sin que sobresalgan del clavo para evitar que el caballo resbale y esto repercutiria en la zona de los tendones.
Seguidamente biselamos la herradura. Al estar bien biselada la herradura por ambos lados ni por los laterales para que el caballo no resbale y al pisar sobre una arisa podria arrancarse la herradura.
Para terminar clavamos la herradura. Una vez puesto los dos primeros clavos soltamos al caballo para comprobar que la herradura no se ha movido de como la hemos amoldado al casco.
Comprobando que todo esté en su sitio, seguimos con los clavos que nos quedan.
Una vez puesto todos los clavos procedemos al remache de los clavos. Cortamos lo que nos sobre de remache y hacemos las muescas.
Cogemos las tenazas y embutimos los calvos, es decir los sacamos un poco más. Volvemos a cortar lo que nos sobra y con ta tenaza de cocodrilo embutimos los calvos.
Seguidamente remachamos el clavo y verificamos que no haya ningún saliente en el casco.
Aquí terminamos el proceso del herraje de los caballos, este proceso se repetirá para todas las herraduras de caballos tanto en la parte de los pies y las manos.
El último paso sería engrasar los cascos tanto por dentro como por fuera siempre quedando por debajo de la corona un dedo por donde el casco transpira. Esta zona no debemos taparla con la grasa porque es zona donde más transpira el casco.