Cómo Ensillar un Caballo

Cómo Ensillar un Caballo

Ensillar un caballo es una tarea que requiere de cierta habilidad y conocimiento, pero que cualquiera puede aprender a hacerlo. No se trata solo de colocar una silla sobre el lomo del animal, sino de hacerlo de forma correcta y segura, tanto para el jinete como para el equino.

A continuación, te presentamos una guía que te ayudará a aprender cómo ensillar un caballo fácilmente y paso a paso.

¿Por qué aprender a ensillar un caballo correctamente?

Saber cómo ensillar adecuadamente a un caballo es una habilidad importante para cualquier jinete o cuidador. Una silla de montar mal ajustada puede causar incomodidad, lesiones o problemas de comportamiento en el caballo. Al sentirse incómodo puede ponerse rebelde e incluso agresivo.

Además, una silla de montar bien colocada mejora la seguridad y el equilibrio del jinete, lo que facilita el control y la comunicación con el animal. Una silla de montar mal puesta puede derivar en accidentes, caídas y lesiones graves.

Recuerda que siempre vale más prevenir que lamentar. Así evitarás contratiempos e incluso, gastos por alguna lesión del caballo del jinete que lo montará.

Paso 1: Prepara el equipo necesario

Antes de comenzar a ensillar un caballo, debes tener a mano todo el equipo necesario como la silla, el cinchón, el estribo, la manta, el freno y las riendas. También debes de asegurarte de que el espacio sea el adecuado y el caballo esté bien sujeto (si es necesario).

Revisa que todo esté en buen estado y limpio para evitar posibles lesiones o molestias al caballo. Recuerda también tenemos a la mano para que todo el proceso sea sencillo.

Paso 2: Cepilla al caballo

El siguiente paso de cómo ensillar un caballo es cepillar al animal para eliminar el polvo, el barro y los posibles parásitos que pueda tener en su pelaje. Presta especial atención a la zona del lomo y del vientre, ya que allí irá la silla y el cinchón.

También debes limpiar los cascos del caballo retirar las piedras o la suciedad que puedan interferir con su movimiento. Recuerda que su preparación no solo incluye colocar la silla y salir a cabalgar.

Paso 3: Coloca la manta

Una vez que el caballo está limpio, debes colocar la manta sobre su lomo de forma que quede centrada y cubra toda la zona donde irá la silla. La manta sirve para proteger al caballo de las rozaduras y el frío y también para absorber el sudor.

No colocarla podría generar lesiones en la piel del caballo producto de la fricción de la silla durante sus movimientos, especialmente en terreno irregular.

Paso 4: Coloca la silla

El siguiente paso es colocar la silla sobre la manta, de forma que quede bien ajustada y alineada con la columna vertebral del caballo. Para ello, debes levantar la silla por encima de la cabeza del caballo y dejarla caer suavemente sobre su lomo.

Luego, debes deslizarla hacia atrás hasta que encuentres el punto donde se adapta mejor a la forma del caballo. Esto ayudará a que no lo desbalancee durante el trote.

Paso 5: Ajusta el cinchón o correas

El cinchón es la correa que sujeta la silla al vientre del caballo. Para ajustarlo, debes pasar el extremo del cinchón por debajo del vientre del caballo y engancharlo al otro lado de la silla. Debes apretarlo lo suficiente como para que la silla no se mueva, pero sin que le haga daño al caballo. Por eso hazlo con cuidado.

Una forma de comprobarlo es introducir dos dedos entre el cinchón y el vientre del caballo. Si no puedes hacerlo, significa que está demasiado apretado. En cambio, si entra toda la mano y hasta el brazo ¡Quedo floja!

Paso 6: Ajusta el estribo

El estribo es la pieza metálica que cuelga de cada lado de la silla y que sirve para apoyar los pies del jinete. Para ajustarlo, debes medir la longitud adecuada para tu altura, asó como considerar tu comodidad.

Una forma de hacerlo es poner tu brazo extendido desde el asiento de la silla hasta el estribo. El estribo debe llegar hasta tu axila o un poco más abajo. Si está demasiado alto o demasiado bajo, puedes regularlo con las hebillas del mismo

Paso 7: Coloca el freno

El freno es la pieza metálica que va en la boca del caballo y que sirve para controlar su dirección y velocidad. Para colocarlo, debes sujetar el freno con una mano y con la otra levantar suavemente el labio superior del caballo.

Luego, debes introducir el freno en su boca y ajustarlo a sus dientes. Después, debes pasar las riendas por encima de su cabeza y engancharlas al freno. Asegúrate de que quede justo, pero no demasiado, para evitar lastimarlo.

Paso 8: Revisa todo el equipo

Antes de montar al caballo, debes revisar todo el equipo para asegurarte de que está bien colocado y ajustado. Comprueba que la manta no tenga arrugas ni pliegues, que la silla no esté torcida ni inclinada, que el cinchón no esté demasiado apretado ni flojo, que el estribo tenga la longitud adecuada y que el freno no le haga daño al caballo.

Es importante que seas cuidadoso y detenido en esta revisión. Así evitarás que el caballo pueda sentirse incómodo o incluso, sufrir alguna lesión por una mala colocación de la silla y montura. También evitarás riesgos para el jinete como caídas o lesiones.

Paso 9: Monta al caballo

El último paso es montar al caballo. Para ello, debes acercarte al caballo por su lado izquierdo y sujetar las riendas con tu mano izquierda. Luego, debes poner tu pie izquierdo en el estribo y balancearte hacia arriba, pasando tu pierna derecha por encima de la silla.

Una vez que estés sentado en la silla, debes acomodar tus pies en los estribos y tomar las riendas con ambas manos. Ahora ya estás listo para disfrutar de tu paseo a caballo con la seguridad de saber que ambos irán protegidos y cómodos por donde salgan a cabalgar.